Aquí tenéis a algunas de estas estupendas personas al inicio del trabajo, empezando a encontrarse con la realidad que el fuego en Doñana dejó al descubierto: la basura.
En espuertas de goma se recogían los vidrios y cristales... el sonido al volcarlos en el contenedor contrasta con los sonidos de la naturaleza de la Doñana que debe de ser.
Cómo es posible que haya tanta basura y tan variada, en el campo, en Doñana... un vertedero bajo la vegetación!!!
Pronto nos encontraremos de nuevo, por Doñana, revive!
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